En los últimos años la cocina parece haberse convertido en el centro del universo. Enciendes la radio, y está el último galardonado con un premio internacional; pones la televisión y hay un cocinero estrella preparando sus platos; abres una revista, y allí te encuentras una nueva receta rompedora. Pero descontando lo que este fenómeno tiene de moda desproporcionada, lo cierto es que en la vida moderna cada vez tiene más importancia la cocina, ya sea desde el punto de vista de la salud, la creatividad o sencillamente (nada menos), el gusto por la buena vida.
Por eso no deja de sorprendernos que en muchas casas la cocina esté relegada a un rincón, como si estuviera castigada. Se esconde, es difícilmente accesible, no se cuida. Para nosotros la cocina es, si no el centro del universo, sí el centro del hogar. Con una cocina bien diseñada y funcional como eje, el resto de la casa se hace más habitable, más cómoda. Si se tiene un buen acceso y una buena distribución, la cocina puede ejercer como centro de atracción. Es un sitio en el que se pueden pasar los mejores momentos del día (tanto la elaboración como la degustación); desde donde se puede conectar a toda la familia; donde pueden colaborar las parejas o donde quien viva solo puede construir su espacio más personal.
Así que a la hora de realizar un diseño, a menudo para nosotros una pregunta fundamental es ¿qué hacemos con la cocina? Cuando esta cuestión está resuelta, el resto de la distribución es una cuestión de añadir ingredientes y maridar.
(Nota: hemos elegido unas imágenes y un vídeo con algunas de las cocinas de más calidad que se pueden encontrar en el mercado, pero se puede hacer diseño de primera categoría con un presupuesto limitado: esa es otra de nuestras ideas fundamentales).
de arquitectura y diseño 